El maridaje entre vinos y comida es un arte que puede transformar cualquier comida en una experiencia memorable. En Nastura, nos apasiona encontrar el equilibrio perfecto entre los sabores de nuestros platos y la selección de vinos, para potenciar cada bocado y cada sorbo. Si te preguntas cómo lograr ese maridaje ideal en tu próxima comida o cena, aquí te dejamos cinco consejos esenciales para acertar siempre.
Conoce los sabores básicos de cada vino
Cada tipo de vino tiene características particulares que lo hacen único. Los blancos suelen destacar por su frescura, acidez y notas cítricas, mientras que los tintos presentan mayor cuerpo, taninos y sabores más intensos, como frutos rojos o especias. Por otro lado, los espumosos aportan ligereza y frescura gracias a sus burbujas, mientras que los vinos dulces son ideales para equilibrar sabores fuertes o terminar una comida.
Entender estas características es clave para combinar correctamente los vinos con los platos, asegurando que cada elemento se complemente sin opacar al otro.
Busca el equilibrio de intensidades
Uno de los principios básicos del maridaje es lograr un equilibrio entre la potencia del plato y la del vino. Un plato de sabor delicado requiere un vino igualmente suave, mientras que los sabores intensos necesitan un acompañamiento más robusto. Por ejemplo, una carne roja asada combina bien con un vino tinto de cuerpo completo, mientras que un pescado blanco al vapor se disfruta mejor con un blanco ligero y fresco.
Este equilibrio asegura que ninguno de los dos elementos predomine y permite que ambos resalten en su justa medida.
Aprovecha los contrastes y las similitudes
Los maridajes pueden funcionar tanto por similitud como por contraste. Por similitud, puedes combinar un vino dulce con un postre igualmente dulce para resaltar los sabores. Por contraste, un vino con buena acidez puede equilibrar platos grasos, como los quesos o ciertas carnes, limpiando el paladar tras cada bocado.
Experimentar con ambas estrategias es una excelente forma de descubrir combinaciones inesperadas y sorprendentes.
Ten en cuenta las técnicas de cocción
El modo en que se prepara un plato también influye en la elección del vino. Las técnicas de cocción intensas, como el asado o la parrilla, suelen ir mejor con vinos robustos y con cuerpo, mientras que las preparaciones más ligeras, como el vapor o la cocción al horno, requieren vinos más suaves.
Además, los ingredientes secundarios, como salsas o especias, pueden cambiar el perfil del plato y, por lo tanto, el tipo de vino que mejor lo acompaña. Por ejemplo, una salsa cremosa podría requerir un vino blanco con mayor untuosidad, mientras que un plato especiado podría combinar bien con un vino afrutado.
Déjate guiar por un experto
Si alguna vez tienes dudas, pide consejo. Un buen sumiller o camarero puede recomendarte el maridaje perfecto según tus gustos y el menú que elijas. En Nastura, nuestra carta de vinos ha sido seleccionada cuidadosamente para acompañar cada plato de nuestro menú. Nuestro equipo está siempre listo para asesorarte y hacer de tu experiencia algo inolvidable.
Experimenta y disfruta de un buen maridaje
El maridaje no tiene reglas rígidas: lo más importante es experimentar y disfrutar del proceso. Cada combinación puede revelar nuevas notas y matices, transformando la comida en un viaje de sabores. En Nastura, creemos que un buen vino es el compañero perfecto de una buena comida, y por eso cuidamos cada detalle para que vivas una experiencia única.
La próxima vez que nos visites, déjate llevar por nuestra selección de vinos y platos cuidadosamente maridados. ¡Tu paladar te lo agradecerá!